6.04.2006

Ayer fui a un concierto... Festival de Jazz de México

Bebel Gilberto, Joshua Redman, McCoy Tyner
Lunes 29 de mayo 2006. Auditorio Nacional. D.F.


Realmente aquello fue un maratón. Un pasón en toda la extensión de la palabra. Alrededor de cuatro horas de jazz y ritmos para menear la cabeza…

Para vergüenza de nosotros como nación y para beneplácito de los jodidos que no tuvimos más de 180 pesos, el Auditorio estaba vacío y nos colocaron en unos lugares bastante decentes. Aún así se notaban los inmensos huecos…

La descendencia de Joao Gilberto, Bebel, abrió el concierto con una mezcla deliciosa de samba, bossa-nova, jazz y pop-electro. Perfecta mezcla para iniciar y preparar las orejas de los escuchas para la rudeza que seguía. Curiosa alineación (trío + vocal), no había bajo, pero sí un sax barítono que de repente slapeaba, me cae…

Sorprendente lo que ofreció Bebel Gilberto, ritmos candentes que hicieron mover las caderas de nuestros vecinitos de la fila de enfrente y que prácticamente no nos dejaron disfrutar de la entrega de la brasileña.

Tras una hora de bossa-pop-jazz, tocó el turno al heredero del bop de Sonny Rollins, el gran Joshua Redman, quien por cerca de una hora, improvisó a más no poder y demostró que cada vez se aleja más de esa vena neo-clásica (del jazz, obviamente) que le impedía que discos como “Freedom in the groove” cumplieran su cometido de mezclar tendencias modernas con el toque clásico del tenor.

Lo mejor del trío de Redman fue una rola “sin título” que yo llamaría: The dream of the camel that ate peyote… una rola realmente alucinante, basada en escalas arábigas y muchos cambios de ritmos… Joshua simplemente construyó un camello con notas musicales y nos llevó a pasear por la brillantez nocturna de la ciudad de los palacios. Un viajezote, os lo juro.

Luego, el final, el broche de oro (oro negro, obviamente) el abuelito McCoy Tyner salió al escenario y simplemente el concierto llegó a su clímax. Tyner ofreció primero una pieza en trio –con Charnett Muffet al bajo y Eric Kamau Gravatt a la batería-, y demostró que la improvisación no se trata de hacer mil notas por segundo ni mucho menos sacar técnicas escalofriantes del instrumento… Tyner llevó el término a otro nivel y logró, con éxito, la transformación de una simple figura musical en una escultura prodigiosa…

Luego saltó el resto del septeto, una impresionante sección de metales y alientos (Dave Liebman y Donald Harrison en los saxos, Wallace Roney en la trompeta y Steve Turre en el trombón)…

Y aunque habían anunciado un tributo a John Coltrane, sólo tocaron “Giant Steps” como encore. Pero eso no fue impedimento para que disfrutáramos al máximo del otrora pianista del cuarteto del dios del sax.

Algunos críticos escribieron en sus columnas que el concierto dejó mucho que desear, que si no fue un tributo a Coltrane, que si Tyner es un pianista mediocre, blah blah

Debo confesar que Tyner no es mi pianista favorito, pero su estilo personal merece todo el respeto, no sólo porque haya sido elegido de Coltrane… Tyner improvisa como nadie. Y aunque ya lleva más de 30 años en la escena, se brinda momentos para la experimentación y la exploración de nuevas tendencias. El viejito Tyner entiende la evolución del jazz y madura (más!) junto con el género.

Un concierto maratónico, cansado (pero a la buena)… triste ver el auditorio a la mitad de lleno, y luego, ver a la gente abandonar el recinto porque el metro cierra a las doce y media

Un concierto alucinante, sorprendente realmente. Tyner no devastó el piano como acostumbran los puristas del hard-bop, su lenguaje fue el de la forma, la estructura.

El sonido fue perfecto (menos al principio con Bebel), y realmente no pasó mucho tiempo entre grupo y grupo…

Lástima de la audiencia. Ojalá sigan viniendo jazzista de este calibre… no sólo jazz-bands de moda que “revolucionan el jazz”, olvidando que el género no es un asunto de individualismos, sino de creaciones colectivas, de sentimiento, de adivinarle el pensamiento al músico de al lado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quién fue el baterista que tocó con Redman? Es el mejor que he escuchado desde Jeff "Tain" Watts (a quien vi con Branford Marsalis la siguiente semana--afortunadamente vivo tiempos no tan flacos como antes).

Comparto tu opinión respecto al concierto, salvo que me parece que McCoy Tyner ya advierte los efectos de su edad. A falta de la destreza digital, recurrió casi exclusivamente a sus conocidos acordes de bloque, pero sin las corridas improvisadas que caracterizaba su trabajo con Trane, Shorter, etc.