Simplemente, un día me desperté sintiéndome totalmente desconectado.
Desconectado.
Como que nada era mio. Nada era Yo.
Y después de todo, comprendí que ni las letras, ni las voces, ni la música son para mí.
La abstracción no me queda.
Alfonso Estándard.
Luego publicaré más cosas.
Pero, realmente, ¿a quién le importa?
4.30.2006
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2 comentarios:
quizás no importa a quién le importe.
nada es nuestro nunca... pero sí importa que Uno sea Uno (o sea Tú: Tú, y Yo: Yo).
a mí me importa, pero eso no importa tampoco.
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